Somos muchos los convencidos de que la educación tal y como es entendida y practicada en el sistema educativo actual necesita cambios que la ajusten a la sociedad en la que los niños y alumnos crecen.
El enfoque Reggio Emilia se basa en unos principios que fundamentan su filosofía desde 1945. Estos ejes vertebrales, lejos de quedar obsoletos son de lo más “innovador”. Uno de ellos entiende que el maestro/a es un facilitador capaz de ver, observar y estar mientras el niño investiga y construye el conocimiento a través de la exploración y la experiencia siempre en relación con sus iguales.
Loris Malaguzzi, maestro y pedagogo, fue el iniciador e inspirador de este enfoque educativo. Él tenía por bandera que los niños y niñas tienen derecho a lo mejor y la escuela debe aportárselo.

Malaguzzi dijo que educar debe ser sinónimo de optimismo, de ironía, que no se debe vivir en la escuela “nada sin alegría”. También fue él quien nos abrió la mirada a los 100 lenguajes del niño. Se refiere a las 100 formas que tiene un niño de expresarse e interrelacionarse con iguales y con los adultos. Prestad atención al poema de Loris Malaguzzi, en especial a la parte en la que dice que “Le roban 99. La escuela y la cultura le separan la cabeza del cuerpo”. Una reflexión de esto daría para una o dos entradas más.

En este vídeo se escucha a niñas y niños recitando el poema: https://youtu.be/BFNi0TcVKTY
Con esta visión de la infancia dio forma a la primera escuela Reggio Emilia en 1945 en la región de Italia que le dio nombre. Esta experiencia pedagógica se sustenta sobre unas bases concretas:
- La educación es entendida como investigación que produce pedagogía, es decir, ver lo que se puede consolidar en el proceso de enseñanza-aprendizaje por que permanece y luego introducir cambios para mejorarla.
- La imagen del niño como sujeto activo que se mueve hacia un conocimiento curioso.
- El adulto proporciona un ambiente seguro para trabajar con la pregunta, no con la respuesta.
Además son seis los pilares sobre los que construyó el enfoque de su pedagogía: el ambiente, la pareja educativa, las familias, la formación continua, el taller y la documentación pedagógica.
- EL AMBIENTE: es entendido como el tercer educador. El espacio debe tener las siguientes características:
- Una plaza central para el encuentro y como espacio inter-edades.
- Posibilidad de transformar y flexibilizarlo a lo largo del día y del año.
- Es un ambiente de aprendizaje para investigar y experimentar.
- Hay una relación interno-externo entendida esta como un lugar que “siente” lo que sucede fuera.
- La transparencia no excluye la opacidad ya que a pesar de ser lugares abiertos con mucha luz, cuentan con espacios recogidos.
- Se da mucho valor al área de servicios como la cocina ya que los cocineros/as cuidan de los niños y niñas desde otro lugar.

- LA PAREJA EDUCATIVA: gracias a la presencia de dos tutores en el aula se posibilitan dos miradas al niño o niña compartiendo el respeto por la infancia y al trabajo que se lleva a cabo. Los profesores y profesoras necesitan espacios y momentos de encuentro en los que intercambiar y gestionar las intervenciones.
- LAS FAMILIAS: conocen y comparten el proyecto de la escuela así como realizan sus aportaciones para el aprendizaje desde el respeto y la crítica constructiva. En el colegio se crean espacios y tiempos para hablar y escuchar.
- FORMACIÓN CONTINUA: en el horario de cada docente hay tiempo establecido para la formación y la documentación.
- TALLER: cada escuela tiene un taller y un tallerista. El tallerista es una persona ajena al mundo pedagógico que transmite sus habilidades y conocimientos. No se trata de un espacio fijo sino que depende de lo que se esté estudiando.
- DOCUMENTACIÓN PEDAGÓGICA: es necesaria para hacer visible el aprendizaje. Se ciñe a tres pasos: observar, interpretar y documentar. La documentación visualiza los procesos de aprendizaje, permite la conexión entre la teoría y la práctica, es un instrumento didáctico y de evaluación así como de formación y desarrollo profesional de los maestros y maestras.
El enfoque Reggio Emilia realza la pedagogía del asombro y la escucha de la infancia, cuida el lenguaje que se emplea con los niños respetando los tiempos y el derecho de los niños y niñas a expresar su cultura siempre cuidando la estética del espacio.
|Escrito por Érica Ordónez|
Gracias por el artículo. Estoy interesada en temas sobre diagnóstico y errores en el aprendizaje de la lectura. Si tienen material feliz de recibirlo. Gs
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¡Gracias a ti por leernos! Lo tendremos en cuenta, esperamos colgar material que te pueda servir. Un saludo
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