El otoño va llegando a su fin para dar paso al invierno, pero no queremos que acabe sin antes mostraros una gran propuesta otoñal para los niños y niñas de Educación Infantil.
Se trata de un circuito con recursos naturales que nos ofrece esta estación, y que permite experimentar y despertar los sentidos de los más pequeños. Sin duda, ¡es una manera muy divertida para trabajar la psicomotricidad!
¿De qué se trata?
Es un circuito o gimkana con diferentes paradas o fases. Entre las actividades que se desarrollan a lo largo del recorrido tenemos:
- Un circuito de psicomotricidad sensorial: diversas actividades para desarrollar la psicomotricidad gruesa y fina, como por ejemplo colgar con pinzas hojas secas, saltar obstáculos, lanzamiento de piñas, secuencias de movimientos y saltos, etc.
- Bolos de otoño: ¡derribando vasos de plástico con castañas y nueces!
- El juego de las cucharas para transportar frutos del otoño: en este juego el equilibrio y la concentración son la clave. Deben transportar cada fruto a su lugar correspondiente sin que caiga.
- Estampación: pintando con los colores del otoño y con elementos naturales
- Taller de maquillaje: un rincón destinado a crear diseño de animales como la ardilla o el caracol en la cara de los niños y niñas con pintura faciales
¿Qué recursos se necesitan?
Como veis, la mayoría de recursos los encontramos en la naturaleza: hojas caducas de los árboles, frutos como castañas o nueces, piñas…
Por otro lado, en este tipo de actividades es muy importante la señalización de cada taller, con carteles de cartulina con imágenes. Se han utilizado también: cajas de cartón, monstruos para el lanzamiento de frutos con cartón, huellas de manos y pies, material de gimnasio como colchonetas, conos y barras, mesas, pintura de cara, pinzas y cuerdas, cucharas de madera, entre otros.
Y por supuesto, un espacio amplio para organizar el recorrido.
¡Os animamos a que lo hagáis y paséis un rato muy divertido!
|Actividad propuesta por Ana Sansano|
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