Leo Lionni (edición de 2005). Frederick. Editorial Kalandraka, 40 p.
Autor e Ilustrador
Leo Lionni (1910-1999) fue un relevante diseñador gráfico, pintor e ilustrador y creador de libros infantiles. Nació en Ámsterdam, en la familia de un modesto pulidor de diamante. En su infancia recibió la influencia de su tío Piet, pintor bohemio, que lo puso en contacto con el mundo del arte.
Desde finales de los años cincuenta publicó varios libros infantiles, en general de técnica sencilla, como la mancha de color o el collage de aspecto relativamente simple. En la primera técnica sobresale Pequeño Azul y Pequeño Amarillo, una historia sin palabras que narra con gran fuerza un conflicto de racismo; en concreto, se trabaja con trozos irregulares de papel monocromo. Otras obras destacables son Frederick, Nadarín y El sueño de Matías, sobre un ratón que ansiaba ser pintor. De su obra para niños y niñas se ha escrito: «En todos sus libros, Lionni compone pequeñas e importantes fábulas que aleccionan sobre la vida, pero no para moralizar, sino para permitir al niño reencontrarse con su propio mundo y ofrecerle una alternativa segura».
Edad recomendada
A partir de 3 años.
Argumento
En éste álbum podemos encontrar cinco ratones, aunque el protagonista principal es Frederick, aparentemente vago, ya que al principio parece que no colabora. A lo largo de la lectura se aprecia que son personajes cercanos entre ellos, ya que todos trabajan juntos para conseguir alimentos para el invierno. A pesar de la actitud de Frederick, todos le respetan.
Además su cercanía también se nota, porque cuando llega el invierno Frederick da a los demás lo que había atesorado para aquellos momentos y hace pensar a su familia sobre: los rayos de sol, los colores y las palabras, como si en su propia mente regresasen a la calurosa estación del verano.
Análisis
En cuanto al formato, el libro es rectangular y tiene una medida de 22×30 cm. Sus cubiertas son duras y resistentes. En la cubierta aparece el personaje principal, el ratón Frederick sentado entre dos rocas y sosteniendo una flor. Además también aparece el título en la parte superior a la derecha escrito en letra ligada, en color negro y justo debajo el nombre del autor, y en la parte inferior a la derecha, el nombre de la editorial Kalandraka. En la contracubierta se ve la misma imagen de Frederick pero por detrás, es decir, vemos la parte trasera del ratoncito.
Las páginas, siguen la misma estructura durante el libro, en las dos páginas aparece la ilustración en grande que tiene que ver con lo que relata el texto, y éste durante el libro, aparece en la página de la izquierda, en la parte superior. La caligrafía es de letra no ligada, de un tamaño medio-pequeño, fácil de leer y entender.
Las ilustraciones, son muy innovadoras, las técnicas que utiliza (collage, papeles, cartulinas, acuarelas) son llamativas, y utiliza colores fuertes. Otro punto importante, es que tiene la modalidad del libro-álbum, lo que permite que sea dirigido a un público más amplio.
El autor, como idea central, utiliza la fábula de “La hormiga y la cigarra”, pero cambia la parte elemental, y por lo tanto le da un sentido completamente opuesto, ya que en vez de darle una connotación negativa al hecho de que Frederick no trabaje, le da un énfasis positivo, en el cual propone que lo material no es lo sustancial en la vida, sino que la reflexión y, en este caso, la producción de poesía es positivo ya que finalmente es lo que salva a toda la familia de ratoncitos y los hace disfrutar, destacando la importancia de aceptar también la diversidad de cada uno y valorizar el aporte de todos en distintas situaciones.
Por tanto, esta obra abarca temas como son la diversidad y el respeto a la individualidad, aceptando las características y cualidades de los demás ya que todos somos diferentes. En la diversidad esta la verdadera riqueza para conocer y aprender de las demás personas ya que todos somos importantes.
|Reseña compartida por Nereida Lafuente|
Deja una respuesta