Mi nombre es Ester Martínez (@mediatrizeo), soy una apasionada del dibujo técnico y desde hace 10 años, me dedico exclusivamente a dar clases de esta materia, algo que jamás me hubiera imaginado hace 20 años, cuando decidí estudiar Arquitectura Técnica.
Ahora además tengo un canal de Youtube, clases gratuitas en mi cuenta de Instagram, un Classroom de acceso libre donde subo recursos y lo más importante voy a publicar un libro de sistema diédrico.
Hablo mucho con mis alumnos, y una de sus mayores preocupaciones es decidir la carrera que van a estudiar. Cuando me preguntan cómo supe lo que quería estudiar les digo:
– “A pesar de que no sabes lo que te va a deparar la vida, encuentra tu pasión e intenta que ésta sea el hilo conductor de tu vida”
– ¿Y cómo hago para descubrir esa pasión?
– Te contaré mi historia: Yo la descubrí, sin darme cuenta, a los 10 años. Y de aquel momento saqué el mayor aprendizaje de mi vida.
[Verano del 92] En ese verano viví, por motivos que me reservo, el peor momento de mi infancia, pero paradojas de la vida al mismo tiempo, en el mismo lugar y de forma paralela, también descubrí algo fascinante. Recuerdo la escena con detalle, mi primo en su escritorio con un tablero de dibujo casero, haciendo ejercicios de vistas (planta, alzado y perfil). Sentí mucha curiosidad, y aluciné cuando me explicó qué era todo aquello. Desde ese momento, iba por la calle viendo todo en planta, alzado y perfil; coches, farolas, papeleras ¡qué divertido era!.
Empecé a destacar en plástica, pero no era una materia muy valorada. Nadie reconocía mi talento.
Entonces lo tuve muy claro, no quería estudiar bachillerato, quería estudiar formación profesional de Delineación y después Arquitectura Técnica. Y así lo hice.
Cuando terminé la carrera, empecé a trabajar en una empresa de construcción. Trabajaba a pie de obra, midiendo, replanteando, comprobando… Disfruté muchísimo. El mejor momento era cuando tenía que replantear tabiques y escaleras. ¡Era mágico! Cuando los encofradores montaban el andamio y yo tenía que dibujar la escalera sobre aquellos tableros de madera.
Pero la crisis de 2008 solo me dejó trabajar 4 años en el sector, así que tenía que volver a reinventarme. De aparejadora no encontraría trabajo.
Una amiga, a la que ayudaba con dibujo técnico, me animó a dar clases particulares porque decía que se me daba muy bien. Siempre había ayudado a mis compañeros/as de clase porque se me daba muy bien, pero nunca había cobrado por eso.
Me animé poniendo un anuncio de profesora particular. Estudiaba 9 horas diarias para dar una clase de 1’5 al día. Mi lema era y es: “si me pagan por esto, tengo que ser la mejor”.
En dos años, daba tantas clases que decidí abrir una academia, y ocho años después, y con mucho esfuerzo y dedicación, tengo una muy bien valorada.
Es ahora, a mis 37 años, que analizo mi vida y me doy cuenta de que el hilo conductor siempre ha sido el dibujo, y que estoy muy orgullosa de las decisiones que he tomado, tanto las buenas como las malas, porque con todas he aprendido a crecer.
Hoy en día puedo decir que dando clase no tengo la sensación de trabajar, que soy tan feliz con lo que hago que si pudiera lo haría sin cobrar.
Nunca sabes dónde ni cuando encontrarás tu pasión, pero si quieres invertir en tu futuro y descubrir tu talento, empieza por:
- Tener una actitud positiva, incluso de lo peor aprenderás.
- Prestar atención al mundo que te rodea, e investigar sobre aquellos temas que despierten tu curiosidad.
- Escuchar a tu gente cuando afirme que tienes talento. (Y si piensas que alguien lo tiene, decírselo)
- Esforzarte siempre por mejorar, ya que nunca sabes suficiente.
- Nunca tener miedo de tomar decisiones y si te equivocas, aprende y rectifica.
|Escrito por Ester Martínez|
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